Quien se alimenta bien, aprende mejor

La Alimentación hace bien a la educación

Tener una alimentación saludable es un derecho de los estudiantes y para garantizar que nuestros niños y jóvenes tengan acceso a las refecciones adecuadas dentro de las escuelas de la red estatal, el Gobierno del Estado de Bahia está intensificando acciones que contribuyen exitosamente con el Programa Nacional de Alimentación.

En los últimos siete años, el aumento fue de 236% pasando de 27 millones de reales en 2006 a 90 millones en 2013. Con esto, el número de beneficiarios creció y ahora la alimentación llega también a los estudiantes de secundaria,  guarderías, escuelas indígenas, quilombolas,  educación especial y para los participantes del programa en educación integral. El objetivo es contribuir al crecimiento, desarrollo, aprendizaje y rendimiento escolar del estudiante, además de promover hábitos alimenticios saludables.

La mejor receta para garantir un derecho de todos
El cuidado con los hábitos alimenticios de la población se ha convertido en una cuestión fundamental en la agenda política del estado. La preocupación que antiguamente era de obtener los alimentos accesibles, fue asociada a la cualidad nutritiva de los alimentos y a la dosis correcta.

Así, el menú de la Alimentación Escolar es supervisado por el equipo de nutricionistas de la Secretaría de Educación, teniendo en cuenta los valores culturales y alimenticios de cada Territorio de Identidad.

La eficiencia y la ejecución correcta del programa son fiscalizadas por la Coordinación de Merienda Escolar, de la Secretaria de  Educación promoviendo auditorias mensuales, por muestreo, en 5 unidades escolares junto con visitas técnicas regulares en las 1385 escuelas participantes. En estas visitas también son realizados estudios de satisfacción con un mínimo de 100 estudiantes beneficiados.

Agricultura familiar: el futuro de Bahia está en la mesa

La ley nº 11.947/2009 establece que al menos el 30% del dinero transferido por el Fondo Nacional de Desarrollo de la Educación (FNDE) para la alimentación escolar debe utilizarse en la compra de productos de agricultura familiar y del empresario familiar rural o de sus organizaciones, dando prioridad a los asentamientos de reforma agraria, las comunidades tradicionales indígenas, comunidades quilombolas y marisqueros.

En Bahia, la Secretaria de Agricultura con la Compañía de Desarrollo y Acción Regional (CAR) hacen cumplir la ley y actúan promoviendo el desarrollo regional a través de las compras institucionales. Los productores de la Agricultura Familiar tienen acceso a un mercado que garantiza la comercialización de sus productos con la finalidad de una Alimentación Escolar en todo el Estado.

Reglamento:

La Secretaria de Educación, juntamente  con la colaboración de otros organismos estatales creó un sistema de acreditación  aprobado en audiencia pública con la participación de representantes de la sociedad. Permitiendo que proveedores de todo el estado puedan participar en los procesos de compra de los productos para una Alimentación Escolar, La acreditación garantiza la democratización de los fondos públicos y  da mayor agilidad en el suministro de los productos.

Y para asegurar la cualidad, regularidad y precio justo, se creó el proyecto de Almacén de la Agricultura Familiar y economía solidaria que reúne, en un solo lugar, las cooperativas con todos los productos para la compra por las escuelas. Salvador y Serrinha cuentan con este Almacén.

En las otras ciudades del interior, la compra es hecha directamente entre escuelas y  cooperativas, bajo orientación de las Secretarias Estatales de Agricultura y Educación. Las dos secretarias realizan un encuentro con las Directorias Regionales de Educación (Direc), para orientar en la compra y distribución de los alimentos. En estos encuentros, las directorias reciben los menús regionales, folletos con recomendaciones de almacenaje y conservación de  los alimentos, cartilla de  Agricultura Familiar y todo sobre el proceso de acreditación para saber donde pueden y deben comprar.

Alimentación Escolar y Agricultura Familiar: una colaboración que funciona
El vínculo entre alimentación escolar y agricultura familiar garantiza dos pilares importantes del programa: la cualidad de los alimentos que llegan a la mesa del estudiante y el desarrollo local sustentable.

El Gobierno de Bahia apuesta en las potencias regionales e incentiva inversiones en productos capaces de generar empleos y renta, promueve el desarrollo de diferentes actividades rurales y agrícolas, produciendo un ciclo de beneficios que pueden percibirse en todo el estado:

• Más desarrollo regional y combate a la pobreza por medio de  inclusión socio productiva;
• Beneficio productivo para más de 300 familias, que tienen una garantía más de flujo de sus productos;
• Beneficio educativo y social para más de 1 millón de estudiantes que cuentan con una alimentación saludable y balanceada en su escuela;
• Economía para los padres de los estudiantes beneficiados con el programa, además de adoptar hábitos alimenticios saludables para toda la familia.

Leche Hambre Cero y Cisterna en las Escuelas. Es la nutrición estudiantil mucho más allá de la alimentación escolar

Programa Leche Hambre Cero
Tiene como objetivo contribuir al combate del hambre y de la desnutrición de niños en situación de vulnerabilidad social o en estado de inseguridad alimentar y nutricional a través de la distribución gratuita de leche.

Son beneficiadas cerca de 100 mil niños, de dos a siete años de edad, que frecuentan guarderías y kinder. Cada niño recibe de 1 a 2 litros de leche por día en la escuela y pueden  llevarla a casa. Actualmente son distribuidos diariamente145, 521 litros de leche  en 320 municipios del estado, lo que posibilita un complemento nutritivo en la alimentación escolar que el niño recibe.

Cisterna en las Escuelas
De acuerdo con los compromisos firmados en el Pacto Nacional “Un Mundo para niños y Adolescentes del Semiárido”, se tiene como meta asegurar una vida digna a niños y adolescentes de la región, el Gobierno de Bahia, en una iniciativa pionera en Brasil, aseguró el almacenaje de agua potable de  lluvia para servir a la educación nutricional y ambiental en las escuelas.

43 Comunidades Escolares de la zona rural de 13 municipios que no tenían acceso al agua o que presentaban dificultades fueron beneficiadas con la construcción de 43 cisternas de consumo, 43 cisternas de producción en las escuelas y más 811 cisternas de consumo destinadas a las familias de renta baja.

La comunidad escolar (padres, alumnos, profesores y empleados) también participaron, aprendiendo sobre los cuidados con el medio ambiente y el uso racional del agua. Además de mejorar la cualidad de la alimentación escolar, el proyecto estimuló la creación de huertas comunitarias. Una acción efectiva que promueve la ciudadanía en busca de la convivencia sustentable con el Semiárido.